En su mayoría, los activos de infraestructuras generan flujos de caja estables y predecibles, ofrecen alta protección contra la inflación y las subidas de tipos de interés, además de contar con capacidad de generar caja de forma recurrente.

Un perfil de rentabilidad-riesgo muy atractivo con baja volatilidad y correlación con otros activos, lo que proporciona normalmente un efecto de diversificación positivo.

Rentabilidades históricas superiores a la de activos tradicionales y menos correlacionado a los ciclos macroeconómicos.

Una palanca para el crecimiento económico que ofrece, conecta y produce resultados sostenibles con beneficios reales.